domingo, 11 de abril de 2010

ZETAS DE LA PEDRIZA


Durante la semanas fuimos pensando la próxima ruta, Ramón este fin de semana se quedaba en Madrid, Roberto estaba convaleciente por los dolores de espalda e hizo una ruta corta por carretera, Juan al final se ánimo a pasar la Sierra Segoviana, y nos abrió sus puertas la Sierra Madrileña. Quedamos a las 9,15h en Cerceda, en un día soleado, ya en Segovia marcaba 11 grados a las 8,30h y en Navacerrada 6 grados, un día fantástico nos esperaba en la Pedriza.

El navegador de Ramón se quedó dormido y despistado y le mandó hasta el pueblo de Navacerrada y Ramón tuvo que dar una pequeña vuelta hasta llegar al punto de destino.
Ya en grupo, éramos dos, Ramón y Juan, emprendieron viaje a la Pedriza, cantidad de coches que llenaban los aparcamientos del Parque de Guadarrama nos hacían presagiar un buen número de domingueros madrileños. Pues nos pusimos “burra a la obra”, un grupo de bikers (gente muy amable como siempre) que aparcaron junto a nuestros coches nos informaron de la ruta circular que podíamos hacer, y comenzamos a subir y subir, subir y subir… primero por asfalto con andariegos, coches y demás bikers, después ya solos con compañeros de ruta y por pista hasta la base del Pico de la Nava. Parada obligatoria con avituallamiento, unas vistas excepcionales y llamada oportuna a Roberto para darle un poco de envidia, él está en bici con Ricardo aprovechando el día expléndido y recordando la vieja burra que pesa lo suyo más el bicho de Ricardo. Nos despedimos de Robert y comenzamos a subir hasta la Nava, seis kilómetros duros, con neveros, piedras, agua… pero con esfuerzo y algún que otro tramo a pie y con casi medio metro de nieve conseguimos hacer cumbre. Coincidimos con el grupo de bikers del parking y charlamos unos minutillos, otra vez unas vistas de película. Bajada de unos 7 kilómetros donde disfrutamos de lo lindo, pero sin darnos cuenta comenzamos otra vez a subir y subir (las famosas ZETAS de la PEDRIZA) pista con buen firme, entre las laderas de la Pedriza, un olor a pino y madera fuerte que nos hace soñar en plena naturaleza, vemos cercana la Bola del Mundo, la brisa ya en altura es fría.No perdemos tiempo comenzamos a bajar, vemos un torrente pequeño que cae entre rocas y decidimos repostar agua y parar a comer al resguardo. Tras el apretón de una buena comida (un par de sándwiches) bajamos velozmente hasta el parking junto al río.Vemos un restaurante donde nos tomamos ese café y coca cola que nos “saben a gloria”.
Faltaba el pinchazo de Juan, otra vez en la rueda trasera, hoy tardamos apenas 10 minutos, aprendimos la lección del último día. Último repecho por asfalto hasta los coches y vuelta para casa. 50 kilómetros por estos parajes de la Pedriza nos han saciado de bici y montaña, ya pensamos el la próxima ruta.

“La hemos vuelto a preparar y gozar”
Puedes consultar el track de la ruta aquí

1 comentario:

  1. Gracias de nuevo a Juan por animarse a hacer la crónica. Subiendo echamos de menos al resto y bajando a Dani.

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