lunes, 19 de abril de 2010

La batalla de Cabeza Grande


"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra;(...) nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti."
John Donne

El domingo quedamos los de siempre, bien prontito para aprovechar la mañana. Dani está jugándose los cuartos en Las Vegas (que no de Matute), Axo impatiendo su sabiduría por tierras italianas y Dani esperando etapas llanas, así que salimos Juan, Rober y yo.

Las sábanas no se nos han pegado, pero las pastis delanteras de mi bici parece que sí. Momento de mecánica bicicletera y a empezar pedaleando con la rueda delantera frenada, hasta que se desgasten las pastillas, ¡qué pena de zapatas!


Salimos al camino de los tanques buscando el cordel de Santillana, junto a las ruinas comienzan a llegar los primeros cazadores.

Seguimos por la fuente de San Peter, cerca vemos el esqueleto de un caballo muerto que ya nos habían mostrado en fotos los sherpas. Comienzan las hostilidades y el terreno se inclina, tanto como para que a Roberto se le levante (la bici) y tenga que echar pie a tierra. Yo me pongo a 180 (pulsaciones) y tengo que parar, pero vemos alejarse a Juan que culmina la subida en un éxtasis.

Seguimos a Juan, nuestro GPS andante, que nos abre camino por un divertido sendero que baja rodeando los cerros de Cabeza Gatos y Cabeza Grande. Los vistas que nos descubre esta nueva ruta nos hace soñar con paisajes de las Vascongadas, donde la bruma y nubes bajas retozan sobre las cumbres de Guadarrama, y en su base diferentes tonalidades de verde nos indican que la primavera ha reventado.


Comienza la subida a Cabeza Grande, gran premio de montaña, que las patrullas forestales han limpiado y en las últimas rampas de ascensión se repite la historia: a Rober se le levanta, yo a 180 y Juan de éxtasis. Arriba descansamos, repostamos, disfrutamos de las vistas y damos una vuelta de reconocimiento por la cima, donde quedan ruinas y barricadas, restos de la batalla que se libró durante la guerra civil, a finales de mayo del 37.


Nos abrigamos y a recrearnos con la bajada, por la que nos lanzamos hasta llegar al pantano, enlazamos con la Senda Verde hasta Palazuelos, donde Ricardo nos está esperando para disfrutar de un paseo hasta Trescasas en su asiento preferido. Es reconfortante ver a un niño repleto de inocencia de pasajero en una bici, deleitándose con cada charco del camino, con cada bache y con cada animal. En 3casas dejamos a Ricardo y mi sobrina dando un paseo en moto.
Descarga el track de la ruta

1 comentario:

  1. Hola Ramón,

    Acabo de ver la crónica de la batalla de Cabeza Grande, he visto que te has documentado muy bien, el domingo recordamos esa batalla de mayo del 37. Menos mal que no la vivimos en persona. Pero la brutalidad del ser humano se repite durante toda la historia y no conseguimos aprender. Nosotro seguiremos la lucha con nuestras bicis y montañas.

    A quedado muy bien la crónica, pasamos otra buena mañana, y conocimos sitios nuevos ya en estas alturas.

    Has visto el diseño de la última equipación, que te parece.

    Estamos en contacto

    Juan

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