La bajada por carretera la hacemos dejándonos llevar por la sensación de velocidad, entorpecidos por algún coche en sentido contrario que nos hace plantearnos volver por el mismo camino.

La senda del molinillo de unos 3 km, va paralela al río, muy divertida, entre árboles, troncos caídos y grupos de andarines nos deslizamos disfrutando del paisaje. Empieza a azuzar la gazuza y encontramos una zona verde junto al río para disfrutar del momento "choripán".

Danielito viene bien provisto con un choricito de la suegra, una barra de pan y ¡ojo! un machete militar. Nos cruzamos con la gente de
Machacaminos del Condado, que han dejado descansando a x2fer, y vienen en dirección contraria. Mientras me muestran un camino para evitar la carretera, algunos seres inhumanos exterminan el chorizo y en su lugar queda media barra triste y solitaria. Seguimos por el sendero, la temperatura es más agradable y avanzamos recreándonos con la vista y el oído: la tranquilidad y vistosidad del camino nos empuja entre las hoces.


Nos pasamos el desvío que sube hacia nuestro destino y nos toca echar la bici al hombro, en fin la bici de montaña es lo que tiene, que es bici y es para la montaña, aunque el teatrero de Dani no piense lo mismo.

Una vez el camino se hace transitable, seguimos por una zona rocosa con un cortado a la izquierda que a alguno le lleva a envidiar las plumas del buitre leonado.



Terminada la diversión comienza el ascenso por un camino empedrado ("2 patitos en el agua, meneaban la colita..."), la amortiguación transmite un constante martilleo a nuestros cuerpos. Ahora envidiamos a los del Condado que han bajado por nuestro trayecto de regreso, hasta que a Danielito le atiza el del mazo en los cuadriceps, paramos a estirar y seguimos subiendo con los patitos a un ritmo tranquilo.

Nos sorprende la recuperación del hombre "choripán", que se ha regenerado de forma asombrosa y sigue la rueda de Juan.


Cruzamos una zona de sembrado que ha invadido el camino y vemos al fondo las hordas de coches que van y vienen en busca del santo.

La M-30 seguro que hoy lleva menos tráfico. Nos incorporamos al tráfico y finalizamos nuestra etapa en el restaurante del
Centro de Turismo Rural "El Cañón del Duratón". Tras unas aguas sobaqueras se nos une la chavalería, que junto a Ricardo han llegado a la hora acordada para dar buena cuenta del cordero y otras delicias en un ambiente muy agradable, tanto por el trato como por la decoración.

Para bajar el cordero volvemos a la ermita, esta vez en coche, salvo unas intrépidas y aguerridas mujeres que con la idea entre ceja y ceja de andar, se cruzan con una jungla de automóviles por un camino polvoriento. Se las ve más morenas, pero es el efecto del polvo del camino.
Esa 'media barra triste y solitaria' es unos de los manjares del mundo.
ResponderEliminar¡¡VIVA EL PAN DE MATABUENA!!
no si la barra estaba buena, pero ya sabes lo que dicen, pan con pan...
ResponderEliminarjajaja!me ha gustado lo de aguerridas mujerers!!!
ResponderEliminarDe teatrero nada, que esa subida ni con el molinillo de Saimaza.
ResponderEliminarJeje... si tengo club de fans. Descansando estaba, pues el día anterior me dieron una buena paliza.
ResponderEliminarPor cierto, la entrada de TrekBuddy está mal escrita... le sobra la "c".
Hola x2fer! Alguna duda me has resuelto en el foro y ahondando ahondando ya sabemos por donde te mueves. Alguna día iremos a verte, pues nos quedamos con ganas de hacernos las hoces, si te animas invitado estás.
ResponderEliminarCorrijo la entrada de Trekbuddy, muchas gracias.