martes, 9 de agosto de 2011

Probando luces



Miércoles 03 de agosto de 2011. ¿Miércoles? Pues sí, eso es lo que tiene estar de vacaciones, que puedes salir con la bici, como diría el mítico Faemino, cuando se te ponga en los "güevos" (con perdón). ¡Qué ganas tengo de jubilarme!

El caso que Juan y yo queríamos probar las linternas que nos han llegado de Hong-Kong (la famosa Aurora AK P7 con la que los Sherpas han alumbrado nuestros caminos alguna vez), así que esperamos a que Juan saliera de currar y a las 20.45 salimos dirección la Camorca.
Por el camino de los tanques ya empezaba a anochecer, así que decidimos parar donde nos pille para ver la puesta de sol.




El sol que se va ocultando a nuestras espaldas, y por delante nuestro deja bonitas vistas y juegos de luz.
 

A las 21:30 paramos en la fuente de San Pedro a ver cómo se apagaba lentamente el astro rey, como dicen por ahí.

- Las 21:29, ya es la hora
 Y el espectáculo es grandioso, nada que envidiar al café del Mar en Ibiza, aunque sin chill-out.


Aquí otro espectáculo de la naturaleza.

 
Y otro más. 


La mujer muerta asoma su cabecilla entre las montañas para echar un vistazo también.


Seguimos subiendo, que tampoco es cuestión de llegar muy tarde a casa que alguno tiene que currar, y no miro a nadie.


Con los últimos rayos de sol cogimos el camino de Santiago. Todavía se puede ver, la vista se va adaptando y no hemos encendido las luces.


La temperatura es ideal. Paramos a rellenar botes en la fuente de los pastores, mil veces que hemos pasado por aquí y hasta la mil una no nos habíamos percatado que hay una fuente. 


Al adentrarnos entre los pinos empieza a echarse de menos la luz. Seguimos por el cordel de Santillana con las luces, que aunque no se aprecie en esta foto, tienen una potencia de 900 lumen, suficiente para ir subiendo con tranquilidad y visibilidad de unos 20-30 metros.


Aquí Juan se movió un poco.


Viendo que se hacía tarde decidimos ir a la fuente de la Reina a tomar un sándwich, pero antes paramos en la Venta de la Fuenfría, donde vimos un corzo atravesar corriendo la pradera a unos 50 metros de nosotros.

Este no es el Corzo que vimos, era más grande e iba a 4 patas
Apagamos las luces, nos quedamos a oscuras en la Venta y contemplamos el perfil de las montañas alumbrado por la luna y un cielo estrellado, que lucía con más esplendor alejados de la contaminación lumínica. Tranquilos que no nos metimos mano ni cosas similares.

La fuente de la Reina a solas, imagen nunca vista. 


Estuvimos unos minutos escuchando golpes que a mi me mosquearon y a Juan le parecieron los fuegos artificiales de algún pueblo (a las once de la noche!). Nos dimos cuenta que el agua tiene una caída y debajo de una de las piedras está hueco, lo que produce un ruido como golpecitos que hasta ahora no habíamos escuchado, fijaros bien la próxima vez que subáis y agudizad el oído.


 Juan se cambió de camiseta, que hacía fresquete y con la ropa sudada no había quien parase. Ha vuelto tan moreno de vacaciones que tenía que utilizar el flash de la cámara para poder distinguirle en la oscuridad.


 Bocata, agua y de vuelta para casa que se nota que ha bajado la temperatura.


La vuelta la hicimos por la pista asfaltada, precavidos que somos y sin tomar velocidad. Según descendemos la temperatura va subiendo. Nos quedamos con las ganas de subir a la Plaza a tomar unos chatos.
Desde la Cruz de la Gallega nos bajamos por el Cordel de Santillana, que casi se nos despista alguna vez, pero enseguida enganchamos con el camino de los tanques.
Y llegando a casa, justo debajo del puente de la circunvalación, la sorpresa del día. Una pareja metidos en un coche haciendo las cosas que sólo puede hacer una pareja a esas horas en la oscuridad y en el asiento de un coche. Nosotros nos reímos pero ellos lo debieron de flipar, jejeje.


2 comentarios:

  1. ¡¡Que bueno!!
    Se ve que os lo pasasteis bien!!!

    ¿oye? pues si que alumbran las linternas niponas!!!

    ....éso de los golpecitos del agua.... ahora cuando subamos a la Fuente de La Reina, ya me imagino al personal de rodillas, poniendo el oído...


    Bsss a los Segobike.

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  2. Ya ves, la noche, que agudiza el oído o te permite fijarte en otros detalles.
    Besos

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