viernes, 19 de agosto de 2011

Camorca de noche, Camorca de día

A Don Francisco Giner de los Ríos:
...¡oh si! levad amigos
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose 
bajo una encina casta,
en Tierra de Tomillos, donde juegan
mariposas doradas.
Allí el maestro un día
soñaba un nuevo florecer de España"



Antonio Machado
Fuente: placa colocada en la Camorca por el I.E.S Francisco Giner de los Ríos
Mayo de 2001

Como llevo algo de atraso en esto de las crónicas, con esta entrada voy a finiquitar las salidas de la semana pasada: una nocturna el jueves y una diurna el domingo, las dos con la Camorca como plato fuerte de la jornada, las dos totalmente diferentes: una con la Camorca a oscuras, iluminada por la luna llena y otra con la Camorca y sus vistas a plena luz del sol.

Jueves 11 de agosto de 2011. Tris, los Sherpas, los Kamorcas y otros globeros (entre ellos mi hermano) han cogido el tren de las 18:55 a Cercedilla para volver a Segovia tras el lubricán (dedicado a Tris). Juan trabajaba y sale a las 20:00 así que la idea es salir desde Segovia  y quedar con el resto de la expedición a mitad de camino.
Entre pitos y flautas, entre ponte la linterna y demás, al final salimos a las 20:55 de Nueva Segovia, donde vemos los preparativos para la Perico de este año.


Por el camino de los tanques vamos viendo caer el sol, unos minutos antes que la semana pasada. Los días van acortándose y las noches van ganando minutos a la claridad, buenas noticias para los crápulas como este de la foto.


A la altura del caserío de Santillana.


En la fuente de San Pedro. Además de menos luz, hoy tenemos una brumilla que no deja ver de forma clara lo que tenemos a nuestros pies.



Subiendo a las Praderas de Nava del Rey (previas a la empedrada subida de las buitreras) nos llama Tris, que han hecho cumbre en la Fuenfría y que van a iniciar el festival gastronómico tortillero-cervecero en breve. No llegamos, así que le proponemos que bajen a la Fuente de la Reina, tenemos media hora para llegar allí, así que comienza una contraleloj a cara de perro, compitiendo contra el minutero porque la lucha contra la oscuridad ya la hemos perdido.



Juan me lleva en volandas, con la luz de su foco, que no tenemos tiempo ni para detenernos y colocar mi linternilla. Nosotros somos más bien de ir disfrutando con el entorno y el paisaje, eso de llevar hora e ir con la lengua fuera lo dejamos para el trabajo, pero teníamos que ver a la chavalería en una noche como esta. En los últimos kilómetros me cuesta mantener el ritmo, menos mal que aparece Boli de las tinieblas y paramos a saludarle. Se baja antes porque tiene cena, no se yo si llegaría.

Llegamos a la fuente sobre el horario previsto, todavía se oye a alguien. La primera impresión después de ver 30 focos apuntándote es que aquí hay más gente que un domingo en hora punta, pero te pones a saludar y allí están todos: Sherpas, Kamorcas, Talus, mi hermano y sus amigos globeros... Es increíble el poder de convocatoria de Tris, en una noche de luna llena que nos quiso acompañar, con una temperatura ideal .



Y casi sin tiempo para charlar se van todos, dejando olvidada una bolsa de basura y una lata de cerveza... VACÍA!!! Tranquilo Tris, que Juan no tuvo problema en echarse a la mochila la bolsa y vimos que fue un despiste. Una vez que te levantas de la fuente, en la oscuridad no se veía.
     


Llamada obligatoria a las chicas para decirlas que todo va bien.


Y viéndonos solos y con tiempo para seguir jugando en la noche, pues nos subimos a la Camorca, acompañados de miles de polillas, mosquitos, moscas cojoneras y toda clase de insectos que pueden acudir a la luz, acariciarte las piernas, brazos, zumbarte los oídos e incluso meterse en la boca.


Se ve bien, pero son las piernas las que te indican si vas subiendo, bajando o escalando, porque no tienes referencias de cómo es el terreno que te rodea. El último tramo a pie, pensando que los Kamorcas estarían esperándonos en su patria chica, pero allí no había nadie.


Vistas de Segovia, con la catedral iluminada, pero que en una foto pues no queda muy bien.

Ojo, con la otra mano también sujetaba la cámara aunque no lo parezca

La temperatura ideal. Aquí buenas vistas también, con Segovia al fondo.


Firmamos en el libro de visitas y salimos a disfrutar de la oscuridad de la noche.


La temperatura ideal, a 1.800 m y con una sudadera tenía calor. Apagamos las linternas y quedamos escuchando los sonidos de la noche, viendo el perfil de la Sierra y buscando Perseidas o lágrimas de San Lorenzo, pero con el intenso brillo de la luna sólo vimos aviones. 
Foto de grupo y a bajar.


La vuelta con cuidadín, bajando por la cara norte, cordel de la Fuenfría y en la fuente de los Pastores, aún con ganas de alargar, nos desviamos a la izquierda para volver a tomar el camino asfaltado de Cabezagatos hacia la cruz de la Gallega, cordel de Santillana y camino de los tanques.






Esta vez no encontramos ninguna pareja bajo el puente de la circunvalación dando rienda suelta a la lujuria. En Segovia a la 1 de la mañana se estaba de maravilla.




Domingo 14 de agosto de 2011. Otra salida con Juan Carlos (ya adoptado como Segobike), Roberto, Juan y yo. Queríamos hacer algo rápido, práctico y bonito. Yo tenía en mente enseñarle a Juan Carlos la Camorca y el pinar de la Acebeda, ruta que a mi me impactó la primera vez que hicimos, además tenía que estar en casa a las 13:30.


Salimos desde la venta de San Isidro, senda de Kike, carretera de Robledo hasta Valsaín y subida pestosa por la Cruz de la Gallega.


La subida es más llevadera a ritmo de paseo, pero aún así siempre se alarga con las últimas rampas que hacen interminable esta subida, encima por asfalto. Pero enseguida cogemos el cordel de la Fuenfría, para ver que ha quedado con muchas piedras sueltas después de las últimas tormentas. 



Hoy la subida por la Majada del Cochino, que estaba deseando enseñar a Juan. El camino está lleno de ramas y piñas pero nos movemos encajados entre pinos, helechos y algún canchal.


Obligo a hacer una pequeña parada en una zona abierta, que estos quieren subir del tirón desde Segovia.


La majada del Cochino comienza a subir para enganchar al final con la clásica subida que hice con Juan el jueves. Terminamos exhaustos junto a la caseta de vigilancia, admirando las vistas de 360º





Fotos de rigor desde el mirador. La temperatura muy diferente a la noche del jueves, con un aire que nos invita a bajar a la fuente de la Reina a merendar.


Y bajada por donde hemos subido, con el coche que sube al vigilante forestal casi echándonos de la pista.




En la fuente encontramos a los GloberosLocos jugueteando con el agua. Sólo les faltó tirarse de cabeza en el pilón y ponerse a nadar. Envidia me da esta gente que nunca pierden el humor y siempre están de bromas.


Nos sentamos a descansar. Yo me bebí 3 bidones del mejor agua que sale de las fuentes de este lado de la Sierra.


Nos cruzamos con un ciclista en peregrinación y recordando a Axo, le damos un toque telefónico para ver como va su camino a Santiago. 


Y sin descuidar la hora nos bajamos hacia el Pinar de la Acebeda, cruzándonos con Kike y otro keteké que van en dirección contraria... ¡subiendo!


Esta zona está más húmeda, tiene un color verde que invita a parar y dejarse envolver por el entorno, pero las prisas son malas consejeras.




Cruce de algún río, sube cuesta, baja, pequeña trialera, vuelve a subir... esto se pone bonito.


Si no es por Juan ni me daba cuenta de parar a deleitarnos con los acebos, pero es que voy disfrutando con este tramo, un sube y baja disfrutón.


Llegado el momento le propongo a Roberto un cambio de bici, que pruebe la doble para que pueda comparar y comparó... 


Creo que le gustó, según él, como bajar en un sillón. Yo recuperé la sensaciones de una rígida... En fin, dos mundos diferentes.


Ya metidos en harina, teníamos que rematar la salida enseñando a Juan Carlos (que venía disfrutando) el azud de la Acebeda. El camino inicial por el que nos lleva Juan es con algún tramo de pateo, bici al hombro como le gusta a Juan Carlos, pero como dice él mismo, - Sino no sería una salida completa.

- Este es mi terreno
El azud del río Frío de la Acebeda o del acueducto como queráis llamar, desde donde se toma agua para el acueducto.



Desde aquí al pantano por un sendero arreglado para los viandantes, pues el ayuntamiento quiere explotar este camino turísticamente. Le han dejado muy bien.


En el pantano de Revenga ponemos más ritmo para llegar a tiempo. Juan y Roberto ponen el tren en los tramos de carretera y a Juan Carlos y a mi nos cuesta seguir la rueda.


Y con poco tiempo para más nos despedimos en la venta de San Isidro, donde vemos pasar a algún grupo de la marcha Perico 2011.




3 comentarios:

  1. Bueno, que apañado eres... ¡¡dos por una!! como las ofertas!!!!
    Muy buenas las dos...
    Dan ganas de hacer una rutilla por la noche... lo mismo para el verano que viene...

    Este Tris... ya podía haber dejado el bote de cerveza LLENO!!!!
    ja,ja,ja,ja

    Bsssss

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  2. Gracias por recoger la basura. ¡Si es queeee...!

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  3. Toñi tienes que probar las salidas nocturnas. Todo el que prueba repite, eso sí, con una buena linterna.
    Tris, por los Sherpas ya sabes que cualquier cosa, pero un culin de cerveza ya podríais haber dejado ;-)

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