lunes, 15 de agosto de 2011

Cercedina 2011

El puerto de la Fuenfría ha sido secularmente lugar de paso de la Sierra de Guadarrama. Desde el punto donde nos encontramos se divisan diversos caminos utilizados a lo largo de la historia. La más moderna de estas rutas es la llamada Carretera de la República , lo que hoy es una pista forestal, en parte coincidente con el GR-10, fue concebida a inicios de los años 30 del siglo XX como una vía de comunicación entre Cercedilla y Valsaín. En un plano inferior se localiza la tradicionalmente conocida como Calzada Romana de la Fuenfría, que corresponde en realidad a una obra borbónica del sXVIII mandada construir por Felipe V para enlazar Madrid con el palacio de La Granja. Entre ambas se contemplan los restos del trazado de la auténtica vía romana, recientemente descubierta


La Cercedina. Con este sugerente nombre Alejandro bautizó esta tradicional ruta (5 años ya van) que comenzó antes de este nuevo grupo de los Segobikes ¿Cómo si no llamarías a una ruta que comenzando en Segovia te lleva a Cercedilla para allí coger el tren de la naturaleza que sin prisa ni premura sube hasta Cotos para volver de nuevo a Segovia? La Cercedina, ¿cómo si no?

Alejandro cogía vacaciones esta semana y antes de irse al Camino, quedamos enseguida para dar continuidad a esta tradición que iniciamos allá por el 2006 y que tratamos de repetir siempre que podemos.

Martes 09 de agosto de 2011. Se apunta Juan Carlos también, que nos va a acompañar hasta el Puerto de la Fuenfría y se vuelve a Segovia a cumplir.
Salimos a las 10.30 en el submarino y después de arreglar alguna pérdida inesperada de la Camel llego con algo de retraso, cuando Alejandor y Juan Carlos ya se han conocido y presentado.
Axo, fiel a su instinto de supervivencia sube sin casco, que como siga así me voy a chivar a doña Alicia, a ver qué opina.
El caso que el tío nos subió a Juan Carlos y a mi con la lengua fuera, cuando pensaba que iba a pagar sus excesos nocturnos de los últimos meses. Resulta que ha estado practicando todas las semanas la subida por la tan odiada Cruz de la Gallega y lleva ritmo de contra-reloj.


La subida por asfalto, con algún equino que pasa a animarnos en este ascenso.


Esta vez no paramos en la mítica fuente de Aguas Buenas (¿por qué la llamaron así?), punto obligatorio de parada durante los últimos años, pero por la fuerza y el ritmo que llevamos hoy, no parece que este año probemos las aguas. Y a ritmo, a ritmo, llegamos a la Fuente de la Reina o más bien de los Reyes por los ilustres personajes que nos juntamos allí.


No cuajó mi propuesta de subir por la calzada romana, si no que seguimos por el pedregal que lleva al Puerto de la Fuenfría buscando las zonas menos saltarinas.


La llegada al puerto donde había algo de actividad para ser un día de diario. Foto de grupo y nos despedimos de Juan Carlos que se anima a probar el camino Schmidt (por lo que cuenta le gustó y no había mucha gente), bajar por carretera el puerto de Navacerrada hasta Segovia y llegar a tiempo para comer.


Hacemos una pequeña parada en un mirador para descubrir la provincia de Madrid al sur.


Bajamos por la carretera de la República, sembrada de mojones de vaca en los primeros metros. Otra peculiar tradición que no íbamos a cambiar y que nos encanta por la sensación de libertad, velocidad y mínimo esfuerzo necesario para bajar. 


El GR-10 muy bien señalizado durante todo su recorrido. Demasiado. Que cada 50 metros han señalizado el camino por una pista que no tiene pérdida nos parece que tampoco tiene pérdida.


Hacemos una parada en el mirador de Vicente Aleixandre.



Y volvemos a tomar la carretera de la República, con un tramo de asfalto donde el velocímetro se dispara, pero sin dar pedales.


En Cercedilla cogemos directamente el billete de tren, nos habíamos planteado subir por el purgatorio, pero en cuanto vimos a la taquillera, tan simpática ella (¿por qué son tan bordes?), decidimos coger el Tren de la Naturaleza hasta Cotos.
Son las 13:30 y hemos pillado billete para las 15:00, nos da tiempo para comer tranquilamente.
El billete son 6,20 eurazos que nos saben a estacazo, sobre todo después de ver que Axo tiene guardados en la mochila todos los billetes de la Cercedina y en el 2006 costaba 3,60 €.

Aquí hay que hacer una mención de honor al mega-bocadillo que siempre se trae Axo a estos eventos:


Para mi es el padre de todos los bocadillos. Consiste en meter todo lo que tengas en la nevera entre dos panes, en esta ocasión: tomate, jamón de los dos tipos (york y serrano), chorizo, queso (curado), lomo,más jamón y más queso y más tomate. EL BOCADILLO.


Una coca-cola y un helado después nos quedamos charlando hasta la salida del tren.


El tren tan sólo admite 6 bicis, algo que no se puede entender porque el martes subimos 5 personas, las 5 con la bici. Es cómodo, sube en una hora a Cotos y en cada curva parece que va a descarrilar, pero la otra alternativa es subir pedaleando. Una vez en Cotos la bajada por el camino viejo del Paular.


El camino en su primer tramo es un río, pero han terminado arreglando el resto de la pista.


El camino va ganando en colorido y en velocidad.


Pero esta vez quiero que Alejandro conozca la vereda de la Canaleja, que tras una primera confusión conseguimos tomar. Es una vereda que se adentra en el bosque con tramos super divertidos y paisajes espectaculares y donde me cuesta parar para hacer fotos, pues estoy disfrutando tanto como Alejandro.





Terminada la vereda sale un camino paralelo a la CL-601 aún más divertido. Estoy disfrutando tanto que le doy paso a Alejandro para que pase él primero, pero me cede a mi el paso. Y como estas cosas las carga el diablo, en el siguiente riachuelo que intenté saltar aparecieron arenas movedizas y como de un allien se tratara se tragó mi bici y parte de mi pie.




Un poco de barro no viene mal para el cutis.
Seguimos bajando disfrutando del pinar. Pasamos un tramo de carretera y cruzamos a la boca del Asno para añadir a nuestra ruta las divertidas sendas del Eresma.



En Parque Robledo tomamos unas cervezas y charlamos durante un rato y a las siete damos por finalizado la Cercedina 2011 con un abrazo y deseando un buen Camino a Alejandro.
De vuelta a Trescasas me encuentro que han repuesto la mítica portera automática, con su peculiar muelle.





3 comentarios:

  1. ¡¡Qué buena!!
    La anoto en "pendientes", espero que para Septiembre.... ja,ja,ja
    Aunque se hace larga.... ¡¡todo el día prácticamente!!
    El bocata.... ¡¡impresionante!!... yo no me como éso... ni aunque lo intente!! ja,ja,ja

    Un beso!!!

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  2. El año que viene me apunto para hacerla completa, que me quedé con ganas de compartir más kilómetros con vosotros.

    Por cierto, hablando de apuntarse, me acabo de preinscribir al Festibike. No miro a nadie ;)

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  3. Toñi, esta te va a gustar porque una vez que estás en la Fuenfría sólo tienes que bajar!!

    Juan Carlos, también te diste una buena vuelta. Lo del Festibike, vamos a dejarlo para cuando no haya tanta gente. Encima hay pre-inscripción!! De momento a mi no me ven allí.

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