"La Cruz de la Gallega es, en realidad, una mera encrucijada de caminos [...]
Y es que ha de saberse que en el siglo de Vespasiano (I después de Cristo) una calzada procedente de Segovia atravesaba este collado crucial en demanda del puerto de la Fuenfría[...]
a partir de 1788, con la construcción de la carretera por el puerto de Navacerrada, el itinerario romano cae en desuso, quedando únicamente "para el paso de gallegos que van a segar a Castilla" (Pascual Madoz, 1848): de ahí, el nombre de la encrucijada."
ANDRÉS DE CAMPOS. Vuelta Eresma entre pinos
Antes de comenzar esta aventura de Segobike, Alejandro y yo teníamos una ruta de verano clásica entre los clásicos (ya van 4 ediciones): LA CERCEDINA.
Saliendo de Segovia, se asciendo por la Cruz de la Gallega hasta el puerto de la Fuenfría para dejarse caer a Cercedilla por el camino de la República. Desde aquí tomar el "tren de la naturaleza" hasta Cotos (sí, lo se, este tren es para vagos y "descenders" pero es más cómodo que subir dando pedales) y otra vez a bajar hasta Segovia, casi 30 km deslizando por pistas y caminos.
Domingo 29 de agosto de 2010. Con Juan y Roberto de vacaciones, quedé con Axo el domingo para acometer la ansiada "V Edición de La Cercedina", pero surgieron compromisos familiares que recomendaban posponerla y recortar el recorrido. Además se sumaba a última hora Roberto, que ha vuelto de Gijón con ganas de bajar las fabes, los culines de sidrina,... y tiene que estar de vuelta a la una.
Hora de salida: a las 10:00 en el submarino amarillo. Son las 10:15 y sin rastro de Alejandro, llamada telefónica: viene con la rueda de atrás pinchada. Vamos hasta "Oak Park" o Parque Robledo a reparar la avería.
Últimamente no levantamos cabeza, el pasado viernes fue la bici de Juan que con un doble pinchazo frustró nuestro intento de hacernos una Atalaya tardía.
Llegamos a la cola del pantano y cambiamos el habitual recorrido, hoy quiero grabar un track con el sendero que me mostró Juan. Desgraciadamente tengo problemas con el móvil y no consigo capturar el track, otra vez será.
Veo al Axo reptar como una viborilla por su entorno, aún conserva sus dotes de escalador, lleva desde Los Tortos con la bici en barbecho, pero las piernas responden a su esfuerzo.
Desde Valsaín, dejando atrás el camposanto, comienza la interminable subida hasta la fuente de la Reina. Los primeros kilómetros sin sombra donde cobijarse y con rampas del 20% hasta la Cruz de la Gallega, convierten a esta pista en ideal para la toma de contacto y como entrenamiento para La Cercedina. Roberto sube cómodo, como dando un paseo.
Yo pongo un desarrollo cómodo para la condromalacia, tratando de no perder rueda y Alejandro sigue mi estela como un titán, sufriendo pero sin ceder un ápice hasta el último tramo, donde se exprime para retomar mi rueda. Como dice Roberto, Axo es una incógnita porque si saliendo cada 5 meses está fuerte ¿qué hará cuando cuelgue los hábitos y se ponga a salir con más frecuencia?
La pista, recién asfaltada, parece la M-30 en hora punta, no paran de bajar ciclistas. Subiendo adelantamos a un grupo de unos 7-8 madrileños que vienen de Cercedilla y han parado a retomar fuerzas. Ahora el camino nos da un descanso y enfilamos algún tramo llano hasta dar con otro clásico: la "fuente de aguas buenas", que no es que sea agua potable, es que se llama así la fuente, aunque el líquido que fluye hace honor a su nombre.
Y con esta fotografía pienso iniciar un estudio sobre las puertas y porteras que nos podemos encontrar por la sierra segoviana ¿Cuál es la tuya? Podéis dejar vuestra puerta preferida si os animáis, localización y foto para que la pueda subir. segobike@gmail.com
Este es mi tributo a la portera automática
Desde Valsaín, dejando atrás el camposanto, comienza la interminable subida hasta la fuente de la Reina. Los primeros kilómetros sin sombra donde cobijarse y con rampas del 20% hasta la Cruz de la Gallega, convierten a esta pista en ideal para la toma de contacto y como entrenamiento para La Cercedina. Roberto sube cómodo, como dando un paseo.
Yo pongo un desarrollo cómodo para la condromalacia, tratando de no perder rueda y Alejandro sigue mi estela como un titán, sufriendo pero sin ceder un ápice hasta el último tramo, donde se exprime para retomar mi rueda. Como dice Roberto, Axo es una incógnita porque si saliendo cada 5 meses está fuerte ¿qué hará cuando cuelgue los hábitos y se ponga a salir con más frecuencia?
La pista, recién asfaltada, parece la M-30 en hora punta, no paran de bajar ciclistas. Subiendo adelantamos a un grupo de unos 7-8 madrileños que vienen de Cercedilla y han parado a retomar fuerzas. Ahora el camino nos da un descanso y enfilamos algún tramo llano hasta dar con otro clásico: la "fuente de aguas buenas", que no es que sea agua potable, es que se llama así la fuente, aunque el líquido que fluye hace honor a su nombre.
Continuamos hasta la Fuente de la Reina, donde hacemos un pequeño descanso. Son las 12.15 y hay que empezar a bajar.
Quería enseñar a mis compañeros de aventuras un tramo de la Acebeda o un Minguete, pero las prisas lo desaconsejan, así que volamos por donde hemos venido, la bici baja sola, alentada por la pendiente asfaltada, hasta cruzarnos por segunda vez con el camino de Santi, y aquí si que abandonamos el asfalto para hacernos un tramo sin civilizar. Sin darme cuenta me paso las flechas amarillas y aparecemos en una bajada con muy buena pinta que invita a un descenso animado.
Aquí Roberto ve que el "deadline" se aproxima y soy objeto de sus amenazas, así que pisamos de nuevo el acelerador hasta la Cruz de la Gallega y de nuevo velocidad hasta el cementerio, donde Roberto nos deja, va a poner el tren a casa.
Le propongo a Alejandro algo de diversión antes de volver a casa, pero por hoy ha tenido suficiente, nota la falta de kilómetros así que nos volvemos también, nosotros por senderitos hasta la cola del pantano, carril bici y de vuelta al hogar.
Por el camino que sigo para llegar a Trescasas, me encuentro con que han reparado la que para mi es la portera mejor diseñada de todas con las que me he encontrado por la sierra: la portera automática
Este es mi tributo a la portera automática