lunes, 12 de septiembre de 2011

La Chorranca y el Puerco


"Érase una vez, un salto de agua tan hermoso que tuvo que ser bautizado con un nombre para recordar..."


 Tranquilos, que esto no es ningún cuento para dormir a los críos, es el título tan "original" que se me ha ocurrido para relatar lo que hicimos el domingo.

Aunque primero, en orden cronológico, el viernes fue fiesta en Madriz (Santa María de la Cabeza, creo) y los segovianos que por castigo allí residimos, quedamos para hacer una nocturnada. Fue el estreno de Alejandro y Juan Carlos en la noche serrana y fue todo un éxito: subida a la Camorquilla con el sol cayendo, bocadillos, temperatura de 21ºC a media noche, bajada tranquila con David Getta de fondo y al final unas cervecitas para celebrar que terminamos sin un rasguño.

Habrá que repetir chavales

Domingo 11 de septiembre de 2011. Ayer de casetas por Valladolid hasta las tantas. Hoy Juan y yo hemos tenido que posponer la salida para poder descansar algo. También se viene mi hermano Javi, que al desguantado de Cuca le ha tocado currar. 
Hemos quedado en Gamones, pero me tengo que dar la vuelta casi a mitad de camino porque me he olvidado la mochila y yo soy como Pocholo, no puedo ir a ningún sitio sin mi mochila. ¡Y porque tengo que llevar casco! si no, cualquier día me dejo la cabeza...

Estaba hoy el tiempo extraño, una niebla se ha apoderado de la Sierra, pero según nos vamos acercando va asomando el sol y a subir la temperatura. Hacía tiempo que no quedábamos en Gamones y el paseo hasta la Granja se hace divertido, como siempre.
Vamos a llevar a Javi por la fuente de la Plata (que por estas fechas ni fuente ni plata), que le gustan los senderos y este es de los que te descubren un buen puñado de posibilidades una vez arriba.


En Los Tobarejos, la misma disyuntiva de siempre: por pista o por las zetas, pero mi hermano prefiere subir a pata que por pista y allá que le llevamos, una subida que siempre se me atraganta, te exprime al máximo, con unas rampas con algún tramo descarnado que no te dejan regular ni al hacer las curvas.


Vamos a salir al Salto del Corzo donde paramos a retomar el resuello y charlar un rato.


Seguimos por la pista asfaltada hasta la fuente de la Chorranca que haciendo honor a su nombre nos recibe con un buen chorro de agua fresca, sorprendente, sobre todo después de ver varias fuentes y ríos sin agua. Paramos a tomar un chisme y antes de quedarnos más fríos, a seguir bajando.



Aquí toma la delantera Javi, que disfruta como un enano con la senda que nos dirige hasta el salto de la Chorranca, con el paisaje...


...Y con algún tramo a pie, más bien bicicleta al hombro que tuvimos que bajar como las cabras, entre riscos, piedras, pedrolos y saltos. Un cambio de montura me deja claro porqué Juan coge con esa alegría su bici: ¡el carbono parece que es más ligero que otros materiales!


La llegada al espectáculo del salto de agua. El mismo caudal que emana de la fuente nos sorprende en el salto de la Chorranca.


Juan quiere darse un bañito, pero con estas temperaturas mejor refrescarse sólo las partes bajas, y se somete a un tratamiento de hidroterapia por el mismo precio.


Desde aquí una bajada algo peligrosa por una trialera entre arbustos que me regala más de un arañazo. Aquí es donde perdemos a Javi, que ha pasado como una exhalación por estos terrenos, haciendo cabriolas entre las piedras y dando saltos (el "cabra montés" le vamos a tener que llamar), hasta que enganchamos con la pista asfaltada de la cueva del monje.


Y como os podéis imaginar por el título de la entrada terminamos subiendo al cerro del Puerco, muy socorrido para este tipo de salidas cortas.


A mi hermano parece que le gustaron tanto las vistas como el juego que ofrecen las rocas allí puestas.



Un vistazo a los restos de las trincheras que quedan y a bajar, que para eso hemos subido.




Durante parte de la bajada a Javi no le oí otra cosa que -"¿...esto conecta con el Ceneam? ...¿por aquí se puede ir al Ceneam?", pues no parece.




Y por ahí tampoco hay salida.



Y es que el amigo Cuca se dejó esta semana los guantes junto a una fuente (no vamos a decir cuál, entre otras cosas porque ni él mismo ha sido capaz de encontrarla) y quería mi hermano ir a buscarlos, pero llevábamos hora. Desde aquí hago un llamamiento para el que los encuentre por favor pase a devolverlos a su dueño, se gratificará.
Llegando casi al aserradero, no os lo vais a creer (sobre todo Paco), pero Juan pinchó. Una pequeña grieta en esas pedazo de cubiertas que no puede sellar el líquido casi seco que queda en la rueda.



Pero estamos ya como en la Fórmula 1, en 5 minutos hemos cambiado neumáticos, metido presión, llenado los depósitos y limpiado el casco.
El resto de la vuelta por senderos hasta la Granja, pantano donde despedimos a Juan y a Trescasas juntos como hermanos...

En el Pontón Javi hace alarde de bici con algo que siempre he querido hacer y nunca me he atrevido a intentar (ni me atreveré): bajar las escaleras montado, sobre todo esos 4 primeros escalones asesinos que acojonan a cualquiera.




3 comentarios:

  1. Hola chicos.
    ¡¡¡Que máquinas!!!

    Juan, te he visto yo con ganas de haber llevado el bañador en la mochila y hacer unos largos....
    ¡¡Sois estupendos!!

    Javi.... ¡¡¡ole, ole, y ole!!! yo no bajo por las escaleras del Pontón... bueno, y por ningunas otras... jajajajaja

    Un abrazo a todos los segobik´ers

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  2. Leyendo la crónica y viendo las fotos, os confieso que me habeis dado una envidia insana tremenda. Sois unos máquinas de dar pedales y espero poder acompañaros en otra ruta de esas cortas, que para las largas aun me queda mucho.
    Un abrazote a todos.
    P.D. Oye Conda, deja de salir con estos bestias que luego no va a haber cristiano que te siga.

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  3. Toñi, a Juan le vemos cualquier día haciendo un triatlon, aunque más bien le faltó el neopreno en lugar del bañador, que el agua estaba que cortaba.

    Cuca tú ya estás para darnos sopas con ondas ¿has encontrado los guantes? Nos tenéis que llevar a la fuente esa que desaparece de los mapas.

    Un beso para Toñi y para Cuca un abrazo, que es muy feo

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