La Mujer Muerta. Topónimo que se da al conjunto de montes de La Pinareja, Peña del Oso y Pico de Pasapán, que formando un destacado cordal y visto desde la llanura segoviana toma la aparente forma de una mujer tumbada, dormida o muerta, cubierta por un velo y con los brazos entrecruzados.
"Cuenta la leyenda una historia de amor entre la bella hija de un granjero y un pastor segoviano; una historia de celos, de deseo y de ira en la que la jóven era pretendida por otro pastor. El primero de ellos, furioso ante la posibilidad de perder a su amada, y queríendola sólo para él, la mató. Los cielos se abrieron furiosos rompiendo en una gran tormenta que penetró en la tierra y la resquebrajó formando una gran mole montañosa que dibujaba a una mujer muerta. Muerta por amor."
Fuente: Segoviaudaz
Después del inevitable parón de Semana Santa parece que volvemos a la carga, con una baja importante y es que Roberto no está ni para jugar al futbolín. Se ha recuperado de las heridas de guerra de la calamares, pero tiene abierta la muñeca derecha y pasará una temporada en el dique seco. Mientras vuelve habrá que ponerse en forma para intentar plantearle batalla.
Domingo 1 de abril. A las 9.15 en la venta de San Isidro. Desde aquí veo las nubes que se arremolinan en la falda de la Mujer Muerta mientras llegan a la cita Juan y Paco.
Últimamente parece que tengo telepatía con Juan. El jueves por teléfono ya sabíamos que íbamos al pico de Pasapán, aunque el sábado con las predicciones de lluvia yo no lo tenía tan claro.
Hoy se une al grupo Juan Carlos, segoviano expatriado con quien ya había compartido alguna salida vespertina por la Casa de Campo en Madriz (en bici!) y que se le ve que anda fino. Había subido ya al Pasapán pero no duda un momento en acompañarnos.
Tomamos la Cañada Real como referencia para conectar con la subida al Pasapán. Vamos a un ritmo tranquilo, disfrutando de los primeros rayos de sol que intentan colarse por el tamiz que forman las nubes.
Alguna bajada después y el cruce de un par de ríos hacen más atractivo el viaje. El pie mojado a estas alturas resulta gracioso, pero más arriba sentiremos la proeza.
Nos encontramos con alguno de los hitos con los que el ayuntamiento ha marcado la antigua cacera del Acueducto, fáciles de distinguir desde la distancia.
Esperemos que sean respetados por los amigos del vandalismo |
Llegando a la cola del pantano a Juan le crecen los enanos en el trabajo. Unas llamadas para controlar la situación y a seguir dando pedales. Quedan un par de rampas de las de bici a cuestas para poder seguir con tranquilidad por la Cañada Soriana.
A partir de este punto la cañada es un sube y baja continuo, atravesado por caceras que han desbordado sus aguas formando tollas por las que hay que buscar un paso fiable.
Las nubes amenazan lluvia y empieza a chispear. Soy el primero que se enfunda el chubasquero, aunque más adelante me le vuelvo a quitar.
Después de 20 km llegamos al inicio del camino de ascenso, cerrado a cal y canto el paso de vehículos a motor por una portera y un paso peatonal. Saludamos a unos "seteros" que vuelven con la recolección de la mañana: unas setas del tamaño de puños: - "Acompañados de unos chuletones no veas como están... ¡¡los chuletones!!
La ascensión se hace sobre una pista bien marcada que comienza fuerte pero se va suavizando a medida que avanzamos. Según Paco, el comando Emilio and company subieron la semana pasada con un barrizal del demonio, hoy el terreno está en su punto.
El tiempo va cambiando en cada giro que damos: ahora pasas calor y te desabrochas, ahora corre un aire gélido y te falta ropa para abrigarte.
No escogimos el mejor día para realizar esta ruta, las nubes nos tapan las vistas y comienza otra vez a llover, esta vez con más fuerza: parada para plastificarnos.
-" Última fuente", nos avisa Paco. Otra paradita a repostar y tomar aire para los repechos finales.
En el puerto de Pasapán la niebla tapa cualquier visibilidad, solo se ve un cartel que anuncia un refugio de caza que debe ser subterráneo porque no vimos nada. Aquí no se puede estar, demasiado frío.
Paramos a rellenar el estómago al refugio de unos pinos, nos subimos a la bici y a continuar, que se hace tarde. Paco nos avisa que está sin frenos y que la bajada que viene es fuerte y con mucha piedra suelta. Demasiado para unos torpes como nosotros, desmontamos y hacemos parte del descenso con la bici a cuestas.
Pasamos junto al embalse del Espinar o vado de las Cabras y embalse del Tejo o de las Tabladillas, hasta enfilar la subida al collado de Marichivas, que sólo Juan se atreve a subir a pedalina, enfrentándose a inclinaciones mayores del 15% .
Ya arriba nos agrupamos y por la senda del Infante llegamos a nuestro conocido puerto de la Fuenfría.
Llevo las piernas con amago de calambres así que sigo bajando sin parar hasta la fuente de la reina, cordel de Santillana y cuestaza hasta el camino de los tanques donde nos despedimos. El sol al final nos recibe a nuestra llegada.
Llegamos tarde y no hay tiempo que perder, a mi me queda todavía por recorrer cañada hasta Trescasas, donde me dan un tirón de orejas por llegar con casi una hora de retraso sobre el horario previsto.
Hola chicos.
ResponderEliminarPor las fotos.... ¡¡MENUDO FRÍO!! que os hizo por ésas alturas!!!
Salimos aunque nos llueva, haga un frío "del carajo", no veamos por la niebla...
Esta enfermedad, "bici en vena", creo que la llaman, no tiene cura... ja,ja,ja
P.D. Roberto, te deseo que te recuperes pronto de tu muñeca.... ¡¡que tienes que darles una "zurra" a éstos que no te aguardan!!
Buena crónica Ramón,
ResponderEliminarAlguno te hemos fallado con la crónica de los calamares.
Pero ya estamos dando pedales juntos despues de unas semanas de reposo y vacaciones, esperemos que Roberto se recupere pronto.
Dar la bienvenida a Juan Carlos otro buen deportista y persona.
Hoy 6 de mayo es el cumpleaños de Paco, muchas felicidades y gracias por acompañarnos por la sierra segoviana. El domingo nos vemos en la II Marcha NAVABIKE. Un abrazo Paco.
Hola Toñi, siempre estas ahí, pendiente de las crónicas de Ramón, animando y saludando. Tú si que tienes la sierra en vena...je je.
Juan, te perdono lo de los calamares si te haces la de Nava (jejeje, cada día trato de escaquearme más)
ResponderEliminarFelicidades Paco!! Ya te puedes invitar a unas cervezuelas el domingo.
Toñi, el que ya tiene mono de bici es Roberto, pero no sufras por él, que seguro que cuando vuelva nos pondrá en nuestro sitio.
Vuelve Rober!!!
Hola a todos!
ResponderEliminarPara mí ha sido un verdadero placer compartir esta ruta (y la Navabike) con vosotros. Aunque me había acostumbrado a montar solo, os aseguro que hace mucho tiempo que no disfrutaba tanto dándole a los pedales.
A partir de ahora empezaré a echarme la bici al coche los fines de semana para poder seguir compartiendo buenos ratos con vosotros, porque merece mucho la pena.
Un abrazo y mil gracias por vuestra acogida!
Muy buenas Juan Carlos!!
ResponderEliminarSiempre serás bienvenido en las salidas del fin de semana y espero me sigas aguantando entre semana por Madrid.
Estamos encantados de que nos acompañes. Ya ves que el plan que llevamos es bastante tranquilo y con gente como tú se hace más agradable.
Hasta la próxima!!
Ciao