jueves, 30 de septiembre de 2010

Go and come por la Cueva del Monje

GO-AND-COME. Para miles de universitarios segovianos este término les tiene que resultar familiar. En la jerga que gastamos en mi grupo de amigos el "go_and_come" viene a ser el viaje de ida y vuelta a Madrid que diariamente realizábamos adormilados en autobuses de Horizonte Cultural para ir a estudiar en alguna de las muchas facultades madrileñas.
Ir y volver. Estas tres palabras encierran cientos de horas de viajes, miles de kilómetros soñando, de madrugones y carreras, de anécdotas, de sábanas pegadas, del frío segoviano de la madrugada, de autobuses llenos, de autobuses perdidos...




Sábado 25 de septiembre. La semana pasada no salimos y para esta tampoco hay mucho plan, Juan enclaustrado y yo tengo que volver pronto a casa. Llamo a Roberto a ver si se viene a dar una vuelta y en seguida se anima, así que quedamos a las 9.00 en la raqueta del pantano, toca madrugar.
Al salir de casa el cielo está despejado, pero la temperatura no es la misma que 15 días atrás. No veo al grajo, pero hace un frío intenso. He tenido que desempolvar la chaqueta y en cuanto doy 4 pedaladas, mis dedos a la intemperie añoran unos guantes largos.

Roberto también ha estrenado el maillot largo, parece que ahora sí ha empezado el otoño. No le diremos nada a Juan a ver si el próximo fin de semana aparece en pantaloncillos cortos y maillot de verano.


Tenemos que estar en casa a las 12, decidimos tirar hacia la Cueva del Monje y bajar por la fuente del ratón. Para ir entrando en calor nos metemos por el camino de la cacera de Gamones, donde tenemos que liberar el camino de una manada de caballos que pastan a sus anchas. En La Granja nos olvidamos de la sensación térmica y nos adentramos por los pinares del Real Sitio, sin abandonar la pista asfaltada y subiendo entre sol y sombras. Al llegar a la Cueva del Monje ¿qué hacemos? vamos bien de hora así que seguimos subiendo.



 Nos encontramos con una pareja de bicicleteros: el padre que ha engañado a su hijo de unos 12 años para "dar un paseo", se les ve disfrutar y sufrir, más lo primero que lo segundo.
Ahora las sombras ganan la partida y dejan en tinieblas al astro rey.


Sin darnos cuenta llegamos al punto de no retorno. A partir de aquí o terminamos en el puente de la cantina con posible llegada posterior al toque de queda o nos damos la vuelta y volvemos por donde hemos venido. Pues como somos unos mandados volvemos por donde llegamos, que encima a Roberto le espera una entretenida mañana pucelana.


Un pequeño desvío para adentrarnos por un robledal que deja visible un estrecho camino divertido, la única diferencia con nuestro camino de ida.


La vuelta por La Granja, carril bici, pantano, tú a Palazuelos y yo a Trescasas.


Pues ahí terminó nuestro día, un "go and come" por la Cueva del Monje de 40 y tantos kilómetros y a las 11.45 en casita a cumplir. Bastante tranquilillos y ya de pre-temporada.





miércoles, 22 de septiembre de 2010

Una vuelta por Festibike

Estamos perdiendo la poca forma que tenemos.
Entre bodas, bautizos y otras celebraciones, el inicio de temporada se está haciendo esperar.

El fin de semana en que la vuelta llega a Segovia-Madrid suele coincidir con la celebración de Festibike, no se si lo hacen queriendo los malditos.
Coincidí allí con Juan el sábado gracias a unas invitaciones, fuimos a dar una vuelta para palpar el ambiente y llegamos con los últimos participantes en la marcha, que por lo visto en la numeración de los dorsales tuvo que ser multitudinaria.
Teníamos prisa y no disponíamos del tiempo necesario para disfrutar de la feria. Había que ver el ya mítico final de etapa de la Vuelta.
Nos detuvimos en el stand de Scott viendo a la "genio".


También vimos algún genio del dirt en época de aprendizaje. El aterrizaje lo hacían sobre un mega colchón de aire, aún así se veía mucha destreza e intentaban aterrizar de pie o "de pies" como se diría en Segovia.


Las Cube y MMR también eran centro de atención


En resumen, disfrutamos de Festibike, el día de la fiesta de la bici en un Madrid amenazado por la lluvia que nos  respetó

lunes, 13 de septiembre de 2010

Subida a la Bola del Mundo

Este fin de semana tocaba fiesta en Valladolid, así que no hemos salidos, pero tranquilos que hay un especial Bola del Mundo.

El 18 de septiembre se celebrará la vigésima etapa de la Vuelta Ciclista a España 2010, con final inédito en la Bola del Mundo (2.262 m), aunque por lo que se comenta, el pelotón "sólo" llegaría hasta el Bar la Bola (2.179 m),  donde finaliza su trayecto el telesillas que podrían utilizar los ciclistas para desalojar la cumbre.

Esta subida es mítica para los bikers y aficionados al mundo de la bici en general. Quien quiera que haya subido hasta las antenas del alto de Guarramillas puede contarlo con una sonrisa en la boca, tanto por la dureza de rampas superadas de hasta un 23% como por los paisajes que acompañan al esfuerzo.
Se escuchaban rumores sobre que habían asfaltado las rampas de hormigón que conforman el camino retorcido hasta la cumbre, una aberración ambiental, así que fuimos a comprobarlo.

Por lo que pudimos comprobar el domingo 5 de agosto septiembre de 2010, el asfalto sí está en el acceso a las primeras rampas.

Antes de llegar a la primera curva, el asfalto deja paso al hormigón.


Los primeros metros estaban sin arreglar, con grietas en el hormigón y el terreno en mal estado para subir con bici de carretera, aunque peores son los adoquines, pienso yo...


Siguiendo la ascensión se observan saltos entre 2 tipos de cemento, en algún tramo incluso asoma el forjado, esperemos que estos días lo hayan arreglado.



Durante un tramo el telesilla pasa en paralelo a la pista, si el domingo queda abierto, puede ser un buen lugar para asomarse a ver la sentencia de la Vuelta.







Las señales marcan que se está trabajando en el firme, pero la verdad no vimos ningún camión ni rastro de obras.



El paisaje a partir de aquí espectacular, esperemos que el sábado el tiempo de una tregua para poder disfrutar de estas vistas.



La estrechez de la cuneta deja claro que la afición tendrá que pelear por un buen puesto para apoyar a sus ídolos, esperemos que nadie se despeñe...


Tramo de cemento sin arreglar.







Estamos a mitad de ascensión y se empieza a ver la dureza, si no ha ocurrido antes, aquí estallará la guerra entre los supervivientes al puerto de Navacerrada.






Cambio de firme para entrar en una de las curvas con mayor grado de inclinación.






Aquí puede que alguien eche el pie a tierra, esperemos que no, estos son profesionales, no como el que sale en la foto.


Detalle de una de las grietas del firme.



Han engalanado parte de la subida: los largueros que se utilizan en invierno para medir el espesor de la nieve han sido pintados (no todos) y alguno han puesto nuevo, han tapado las grietas en el hormigón...



Esta curva es la que más han retocado. Han hormigonado el interior, imagino para que puedan subir mejor los coches y camiones. Podrían haberlo hecho mejor, sinceramente.



Posible final de etapa: los últimos 150 metros no pican tanto hacia arriba.



Aquí arriba estaban preparando una zona plana más grande, ¿posible delito ecológico? Espero que cuenten con los permisos oportunos.



Desde aquí los corredores tienen la oportunidad de tomarse un caldito antes de bajar en el telesillas.






El otro posible final de etapa estaría junto a las antenas, hay un pequeño repecho en esta curva de herradura que permite retomar fuerzas para hacer frente a la última rampa.


Las cúpulas que cubren las antenas también han sido pintadas (menos mal) y parecen un cohete que va a despegar a la Luna con Tintín dentro en cualquier momento .





Estoy deseando que llegue el sábado!!

Rumores segovianos: se rumorea que van a formar una cadena humana en la subida a la Bola para evitar que la gente se eche encima de los corredores... ¿tú te lo crees? Yo tampoco

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Etapa de alta montaña

"Se llama Loma del Noruego al cordal que cae “suavemente” desde Bola (Alto de Guaramillas) al Puerto de Cotos.
Se le da ese curioso nombre por Birger Sörensen, montañero y esquiador que allá por el año 1902 quedó prendado de aquel lugar y dejaba a la gente boquiabierta cuando se deslizaba con sus rudimentarias tablas de esquí.
Tanto le debió gustar aquel lugar que aún hoy es conocido como Loma del Noruego en su honor"

La Cercedina tendrá que esperar. Después de informarme sobre las limitaciones y el "overbooking" en el tren de la naturaleza para subir a Cotos, pensamos en una alternativa para llegar al puerto y poder disfrutar con las muchachas a la hora del bocata. La alternativa en principio no muy exigente, que vienen Dani y Axo, bueno Axo vendrá algún día, porque como era de esperar prefiere una mala noche a una gran jornada de bici.
Domingo 05 de septiembre de 2010. Anoche Danielito nos dio un susto. Tuvo un percance con los pedales automáticos y terminó en urgencias: inmovilización y reposo (ánimo Dani y Nuria... paciencia).


El día que nos espera es largo y no queremos desgastar a Dani, así que la subida por la Cruz de la Gallega hasta el puerto de la Fuenfría la vamos a hacer por asfalto.
Como auténticos “globber troters” enfilamos la carretera del campamento de Robledo hasta Valsaín. Están de fiestas y llegamos a la hora del encierro. Desde el cementerio oímos pitidos de coches y como de una estampida se tratara aparecen caballistas, 4x4 y motoristas entre los árboles, tratando de acercar a los astados al recorrido urbano. Juan se queda con ganas de seguir a la comitiva, pero encuentra peligroso tanto coche suelto.

Subimos a ritmo de Willy Fog- Daniel, que entre viaje y viaje lleva sin coger la bici desde que somos campeones del mundo, pero sigue manteniendo la forma. Algo de mérito tiene el chaval, pero todos sabemos que la fruta que le prepara la suegra tiene que llevar EPO de 3ª generación.



Seguimos nuestro recorrido por un asfalto con olor a pino, cruzándonos con bikers y andarines, hasta la pradera de la Fuente de la Reina, donde vemos uno de los avituallamientos de la XXIV Carrera de montaña de las Dehesas, impresionante evento que pone a prueba a los corredores durante 23 km, acumulando un desnivel de subida de 1.500 m, todo campo a través.


Hay una participante que llama la atención: una "moza" de 64 añitos, la tía mantiene un trote cochinero, pero constante, tanto subiendo como bajando ¡quién pudiera llegar a la jubilación en esas condiciones!

Parada técnica en la fuente de la Reina a repostar, ya se aprecia que la vertiente madrileña va a ser un hervidero de gente. Entre trago y trago, los casados hicimos frente común por la “liberación de la bicicleta de los compromisos sociales y familiares” y la “abolición del toque de queda de la ruta del domingo”.


De aquí a la Fuenfría un paseo, en el que Dani nos va siguiendo hasta que a Rober se le descentra la rueda de atrás.


Mientras nos centramos, vemos pasar por la calzada romana una flecha… y otras dos!!! ¿Qué es eso? ¿Es un pájaro? ¿Un cochino jabalí? No!! Son los Kamorka con Angelín a la cabeza, que suben a maricón el último.


Después de los saludos pertinentes y exponer nuestro plan dominguero-tortillero, cogemos el camino Schimd mientras dejamos a los Kamorka dilucidando por donde bajar: se deciden por el Schmid, nos pasan de nuevo y ya no les volvemos a ver.


- “¿Es así todo el rato?” Es el primer Schmid de Dani y aunque es divertido se hace duro tanto sube-y-baja, piedras cruzadas y excursionistas en el camino. Todavía no sabe lo que nos queda…




Llegamos a Navacerrada y el alto de Guarramillas o Bola del Mundo nos está esperando de nuevo, desafiándonos a ascender hasta sus dominios y disfrutar con las panorámicas que esconden sus rampas.


Había rumores de que habían asfaltado la subida a la Bola para facilitar el paso de la Vuelta, pero sólo han asfaltado los 100 primeros metros de la entrada, han parcheado las grietas de hormigón (no todas) y han peraltado alguna curva, imagino para el paso de coches y camiones de la caravana multicolor.




Dani decide tantear el hormigón de los primeros repechos y se anima a encumbrar uno de los picos más altos de la sierra de Guadarrama (2.265 m) estimulado por su "orgullo masculino" y porque no dejan subir bicis en el telesillas.


La subida la hago al ritmo de Dani, disfrutando del paisaje, sin forzar la rodilla, parando a hacer alguna foto en el bar "La Bola", posiblemente con la terraza con mejores vistas del mundo. Pienso en el juego que va a dar la penúltima etapa de la Vuelta 2010.



No se puede estar mucho tiempo parado, el aire serrano lo desaconseja. Rober y Juan se deben estar congelando allí arriba, han subido a su ritmo, sin parar, Roberto con los tres últimos piñones deshabilitados y nos han metido la minutada.



La llegada a la Bola un espectáculo, con la sorpresa de un rebaño de ovejas cogiendo posiciones.




Y llega el error de la jornada: Juan y yo teníamos ganas de hacernos la Loma del Noruego, en los mapas el camino más directo para ir a Cotos. Yo la hice años atrás y recuerdo mucha piedra suelta en los primeros tramos y luego un descenso entre pinos hasta Cotos, así que animo a Roberto y Dani, que nos siguen... Error




Según dicen, el cerebro humano se deshace de los malos recuerdos y se queda sólo con los buenos. Y es cierto, porque cuando vi el melonar por el que descendimos, comprendí el riesgo y el peligro innecesario con el que compliqué el día a mis compañeros de expedición. Cuando parecía que el melonar daba un respiro y daba paso a un patatal, de nuevo volvía a complicarse el descenso, haciendo obligatorio el pie al suelo para librar una mala caída.


Eso sí, las vistas son impagables:


las despobladas pistas de Valdesqui sin nieve a un lado...


... y el denso bosque del Monte de Valsaín al otro.


Al final llegamos al puerto de Cotos o del Paular, donde nos esperan las chicas con bebida fresca, viandas calientes y un beso de recompensa. La mesa está puesta y dispuesta para el festín tortillero y entre risas y comentarios, desgranamos la jornada.



Después de una placentera siesta sólo perturbada por las palabras de Ricardo: -"Ramón, ¡¡que te roban la bici!!", toca dejarse caer hasta la Boca del Asno, donde Juan nos conduce a buen ritmo hasta Valsaín, La Granja y cada uno a su casa. Una ducha reponedora y quedamos en casa de Roberto a terminar con las sobras del banquete: la jornada perfecta de domingo.

Enhorabuena a Dani por terminar la marcha y seguirnos con su orgullo por zonas no aconsejables para las escasas salidas ciclistas con que cuenta.