viernes, 9 de diciembre de 2011

Las Matas - Madrid


"El Puente de la Marmota fue realizado entre 1756 y 1758, en el contexto de un proyecto de acotamiento y mejora de los accesos de El Pardo, llevado a cabo por mandato de Fernando VI (1713-59). No olvidemos que este Real Sitio siempre fue el cazadero preferido de la monarquía española y que estas obras fueron consideradas como una prioridad, incluso por monarcas anteriores.

El puente se construyó para dar continuidad a la valla de El Pardo. Se eleva sobre un cañón natural, justo donde el Manzanares abandona la rampa de la sierra y se adentra en las llanuras arenosas de la meseta [...] Junto a las embocaduras del puente, se conservan restos de un camino enlosado."  
Fuente: Pasión por Madrid por  J. J. GUERRA ESETENA
LAS MATAS - MADRID. Podría parecer la letra de un poema o una canción: "Madrid me mata, Las Matas Madrid", pero en realidad es un rutilla que Juan Carlos me animó a acometer un jueves inmaculado.


Jueves 8 de diciembre de 2011. Madrugón en un día festivo en Madriz equivale a encontrarte las calles desiertas, exceptuando a los crápulas de la noche, que se recogen con los primeros rayos de sol ¡Qué tiempos en los que hacía yo eso mismo! Ahora he cambiado el vicio y el horario del sueño, porque en horas de sueño creo que he salido perdiendo.



La mañana es fría (unos 0ºC) pero sin una nube. He quedado con Juan Carlos a las 8:40 junto al teleférico para coger el tren de las 9:00 en Príncipe Pío hasta Las Matas y volver desde allí en bici. Mientras llega Juan Carlos aprovecho a hacer unas fotos.


Ya está Juan Carlos, al tren por el parque del Oeste. Antes de llegar al tren me doy cuenta que voy pinchado de atrás. No nos da tiempo a cambiar la rueda si queremos coger el de las nueve, así que un poco de aire y a seguir.
El trayecto en tren se hace corto mientras charlamos animadamente. En cuanto llegamos a la estación de Las Matas a cambiar la rueda (últimamente no gano para cámaras)



Salimos por el "intento-de-carril-bici" que tienen en este pueblo. Es un quiero y no puedo: estrecho, que se mezcla con el carril para peatones, con postes eléctricos en medio..., pero bueno, la intención es lo que cuenta y bien empleados están los recursos destinados al uso de la bici.



Bajada rápida y fría entre las urbanizaciones de esta zona, para empezar a subir ganando altura y temperatura corporal. 
La subida tiene su premio en forma de paisaje. A lo lejos se divisa el "skyline" madrileño, arropado por una niebla que no termina de difuminarse. Las cuatro torres nos acompañarán durante toda la ruta de hoy.




En las primeras pedaladas a Juan Carlos le cuesta seguir el track que lleva marcado en el GPS, pero en seguida se sitúa. Sin éste artilugio se haría imposible circular por los alrededores desconocidos de Madriz, por la cantidad de senderos, caminos, carreteras y urbanizaciones que te puedes encontrar.


Salimos a un tramo de carretera para cruzar a las charcas de los Camorchos, zona de humedales de alto valor ecológico por los anfibios que allí se pueden encontrar, pero nosotros no dimos ni con medio renacuajo, sólo un par de bikers.




Después creo recordar que bajamos por una trialera corta pero intensa, tanto que algún tramo bajamos andando. Esto es lo más que pude fotografiar: un cielo despejado y el sol radiante.




Esa bajada nos deja en Hoyo de Manzanares donde volvemos a buscar la salida entre chalete y chalete de lujo.




Antes de llegar a La Nava, donde hay una escuela de ingenieros del ejército, nos dio tiempo a echar un partidillo de balón-bici. En esta instantánea vemos al 9 totalmente desmarcado y en posición de marcar.



Mucho terreno militar de acceso prohibido, parece que no hay más remedio que echarse al asfalto, por una carretera que desdoblaron poniendo 2 tiras de hormigón a cada lado de la calzada y tachán!! ahí tenemos una carretera de doble carril. Un genio el ingeniero, aunque parece que no es muy transitada por coches pero sí por ciclistas.




Después de un par de kilómetros de asfalto y hormigón, Ojo! desvío a la derecha por un camino que puede parecer exagerado, pero ¡estaba mejor que la carretera que traíamos! En este tramo comienza una bajada pronunciada por la que vas disfrutando del paisaje mientras te cruzas en sentido contrario con ciclistas con la lengua fuera.



La pista termina contra el muro del Pardo, pero se convierte en un sendero de bajada de los que hacen que te alegres por el madrugón, con zonas estrechas, pasos divertidos y paisajes maravillosos.



Desde aquí se divisa nuestro próximo objetivo: el puente de la Marmota (pincha aquí si quieres conocer el origen de tan original nombre), que vigila el desfiladero del Manzanares, y que separa la parte privado de El Pardo de la parte menos privada.



Ha sido sobretodo en esta zona donde más he echado de menos a mi querida Espe, y será a partir de aquí cuando más eche en falta Juan Carlos a su Alma.




Nada más cruzar el puente empieza la zona empedrada de subida-bici-al-hombro que bautizamos como "la subida ajuanillada" y en honor a nuestro mentor echamos la bici al hombro, técnica no dominada aún por nosotros.



Volvemos a pedalear en cuanto el terreno nos lo permite, pegados siempre a la valla del Pardo. Bonitas vistas gracias al buen día que nos está acompañando.




Hacemos una parada técnica en el camino en uno de esos miradores con vistas a La sierra. Un poco de fruta y unas gominolas de esas con clenbuterol, que Juan Carlos me ofrecía sin parar y de las que me atiborré. No sabía en esos momentos el poder que me estaba dando, pero gracias a eso pudimos terminar la etapa con algún alarde final que ya os contaré. 





El paisaje no cambia, pegaditos al muro del Pardo y por un aburrido camino bien marcado, hasta que atravesamos un Arroyo que me quiere empezar a sonar.




Pues sí, es el arroyo Tejada que ya crucé en la aventura del Calamar 2011 en compañía de los Sherpas unas 12 veces (¿mensajeras?) sin exagerar. Y cómo recuerdo la última subidita hasta el hotel que se divisa en Tres Cantos, donde llegas fundido y hoy se me hace hasta divertida mientras vamos alucinando con las piruetas que se está marcando un avión teledirigido a escasos metros de nuestras cabezas.


Desde aquí toca carril bici (bide-gorri le llaman en Vasconia) que como os podéis imaginar muy transitado en el día de hoy, sobre todo mucha flaca y bastantes globeros, que con los calcetines recogiendo el bajo del chándal se ponen a pedalear como locos, si es que, qué tendrá la bici...



Juan Carlos me quiere enseñar una alternativa a este tramo, pero no voy bien de hora así que lo dejamos para otro día. Eso sí  llegando a Cantoblanco nos apartamos del asfalto y nos tiramos por el Camino del Medio (se llama así el camino, qué quieres que le haga).



Es una pista de arena bastante tranquila y llana, (alternativa a estudiar en la próxima Calamares) que sigue el Canal del Oeste, uno de los canales de Isabel II, siempre paralela al muro del Pardo, que al final voy a soñar con el maldito muro.
Otra vez las torres al fondo
Por aquí es donde se producen las escenas más surrealistas de la ruta. Casi llegando al corazón de Madriz, damos con un rebaño de ovejas (ojo, ningún borrego) pastando como si nada. Yo pensaba que para ver un bicho de estos en la capital, había que consultar los libros. Ayyyy! qué mal está el ladrillo.


Cómo estará de mal el tema de la construcción, que más adelante había ¡un tractor arando, donde podían haber construído una urbanización, un campo de golf o un centro comercial! Me lo cuentan y no me lo creo. No sé qué estará esperando Gallardón.



El resto del camino bastante conocido: por encima de los túneles de la M-40, carril bici, Puerta de Hierro, Veterinaria, Moncloa con saludos a ZP, parque del Oeste, teleférico (picadillo con globero incluído en los metros finales) y a casita a comer.


Esto es todo amigos





3 comentarios:

  1. ¡¡Qué fiche la Segoviana a ese 9!! Qué estilo tan depurado...

    Gran ruta, mejor compañía! (aunque nos faltaron Juan y Rober, que también habrían disfrutado mucho).

    Un abrazo

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  2. Hola chicos.
    ¡¡Que día mas bueno!! con ése sol radiante...

    La foto con la silueta de las torres.... ¡¡guauuuu!!
    ¡¡Que estupendo salir de allí y dar pedales en libertad!!

    Un beso!!!!

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  3. Según parece la Sego está que se sale últimamente con goles de penalti en el último minuto, no se si tendrá cabida otro 9. Mejor sigues dando pedales JC!!

    Toñi esto no es lo mismo que la sierra pero es lo más parecido, al menos no se respira contaminación.

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