lunes, 4 de julio de 2011

La Camorquilla madrugadora

El Cordel de Santillana. "Inmemorial vía pecuaria de 45 varas de anchura, cruza la ciudad de Segovia llegando a la encrucijada con la Cañada Real de la Vera de la Sierra, como se la llama en Segovia, la Real Cañada Soriana Occidental.
Foto
Inmemorial, porque, aunque están constatados sus tiempos medievales, sin duda aprovecharía la calzada romana y ésta a su vez, las sendas pecuarias anteriores, como ha ocurrido en innumerables vías de comunicación.
Este cordel tiene un valor histórico inmenso, verdadero cordón umbilical que une la ciudad con la Sierra, camino de transhumancia y de todas las actividades relacionadas con la lana, como el esquileo; camino de entrada y salida de viajeros, pues hasta el siglo XVIII es la principal vía de comunicación entre Segovia y la submeseta sur a través del puerto de la Fuenfría.
El nombre de Santillana le viene de la antiquísima venta que existía cerca de lo que hoy son ruinas del esquileo de Iturbieta. Una de tantas ventas, como la que había en la pradera de la Fuenfría, más cerca del puerto de este nombre."

El fin de semana pasado las fiestas de San Juan había que regarlas.
Juan-sin-ruedas.
Roberto-hierro-nueve.
Pero este fin de semana salgo, aunque sea solo, yo conmigo mismo.

Domingo 03 de julio de 2011. Definitivamente este deporte crea adicción. De otra forma no me explico cómo pueden ser las siete de la mañana, estar desayunando medio dormido y preparando los trastos para salir a dar una vuelta en solitario y estar de regreso a las 10.

El caso que no se puede desaprovechar la mañana que nos regaló la tormenta del día anterior. Con los primeros rayos de sol despuntando y el frescor de la mañana, salgo a castigarme con unos manguitos que me sirvieron para apaciguar la temperatura de primera hora.


Ayer estuve pensando hasta dónde podría llegar sin volver muy tarde y la opción más recomendada y la ganadora fue La Camorquilla, sobre todo después de alargar los dientes leyendo las nocturnadas que se montan Tris y sus sherpas.
Lo mejor de madrugar son las sensaciones que te transmite la sierra recién levantada y sobre todo que no encuentras un alma. Vamos, que hay muy pocos "taraos" los fines de semana. 


Después de cruzar el pantano se me hace raro no ver al resto de Segobikers en la venta de San Isidro, continúo solo por la cañada, con la inevitable compañía de 3 globos aerostáticos que se elevan sobre la ciudad de Segovia, que a estas horas empieza a desperezarse.

Parecen mosquitos pero si pinchas verás algo parecido a globos
Y además parece que hoy no va a pegar mucho la solanera. Unas cuantas nubes tapan la salida del sol, haciendo que aún no me despegue de los manguitos. 


La subida por el Cordel de Santillana, aprovechando las vistas que se obtienen en cuanto se toma algo de altura.


Bueno, el cordel de Santillana es de sobra conocido, pero hacerlo a estas horas y en solitario, hace que te sorprenda y te enamore más aún esta sierra y sus pinos. El pino silvestre o de Valsaín que ya va sembrando con piñas diminutas los senderos y caminos que cobija con su sombra.


Una vez superadas las rampas de ascensión del cordel, la llegada a la Camorquilla es sencilla, con un par de rampas sin complicaciones.


Pero el regalo una vez se llega hasta aquí es para enmarcar. Unas vistas de todo el valle del Eresma, que casi no se adivina su recorrido por el tupido bosque, y unas vistas del perfil de la sierra de Guadarrama que te sorprenden.
 


Una panorámica




Bueno y como todo lo que sube, tiene que bajar y además antes de las 10, pues allá que me bajé, cogiendo algo de pistas asfaltadas para no entretenerme, los divertidos senderos de la cola del pantano y carril bici para llegar a las 9.30 a la venta de San Isidro, justo cuando los Kamorcas salían en desbandada dirección ni ellos mismos saben.
Un rato más de pedales y a casa, con las pilas cargadas para pasar una semana más en el infierno asfaltado de Madriz.



1 comentario:

  1. Como bien dices... pocos tarad@s nos encontramos los domingos... y menos aún los sábados....por ésos senderos de la Sierra...

    pero menos aún a ésas horas!!!!!
    ¡¡Por favor!! ¡¡A las siete de la mañana!!

    Aunque el REGALO que te encontraste, bien mereció la pena!!!!

    Creo yo, que ésta adicción de "dar pedales", es una enfermedad que no tiene cura. Y si alguien sabe como curarla... que no me lo diga!!!!!!!

    Un beso.

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